La cooperativa es fundada en 1950 por un grupo de inmigrantes judíos que integraban el Club I. L. Peretz de Villa Lynch. Al comienzo funcionaba en el mismo Club dos veces por semana de 19 a 21 hs., y las Actas y reuniones se hacían en idisch. El objetivo de la cooperativa era satisfacer necesidades financieras y mantener la escuela que funcionaba en el Club. Al poco tiempo construyen un edificio específico para la cooperativa y comienzan a operar en horario bancario. En 1959 la cooperativa empieza a abrirse a la comunidad y se separa del Club, al que sigue pagándole un alquiler por el local. El primer miembro no judío del Consejo le contaba como anécdota, que si bien las reuniones se realizaban en castellano cada vez que las discusiones subían de tono se ponían a hablar en idish. El entrevistado era dirigente del Club, y en 1961 lo invitan a trabajar en la Cooperativa. Si bien no poseía conocimientos sobre Cajas de Crédito, tenía vinculaciones familiares con el cooperativismo. Describe la operatoria administrativa y financiera en la década del 60, y cómo hicieron para superar la corrida producida en 1966. Superada esa crisis, Villa Lynch no tuvo grandes problemas e incluso colabora con otras cooperativas. Cuenta que en 1976 el Banco Central solicita extraoficialmente (por cuestiones políticas) que 7 miembros del Consejo de Administración -entre los que estaba él- renuncien. En una reunión en el IMFC con otras cooperativas afectadas se resuelve que no renuncie nadie. Cuenta que cuando el Presidente de la cooperativa iba a enviar telegramas a organismos oficiales protestando por las medidas anticooperativas, los empleados del Correo, para protegerlo, trataban de convencerlo de que no los envíe. El entrevistado habla del alto grado de identificación con la cooperativa que tenía el personal y enumera las instituciones con las que estaba relacionada la cooperativa. Relata la lucha que se llevó a cabo en 1977/78 para defender al cooperativismo de crédito.
